lunes, 17 de enero de 2011

Autocoaching

La intención de este blog no es más que el de hacerte de coach. No necesitamos tener que pagar sesiones a un coach si sabemos nosotros mismos cómo hacer coaching. Si la filosofía del coaching parte de la premisa de que cada uno tiene dentro las respuestas para mejorar su vida, que mejor que nosotros mismos, para aprender a extraerlas.

Parece claro que en la escuela no te enseñan lo que realmente es importante en la vida. Si yo ahora te preguntase: ¿Qué quieres conseguir? ¿Que crees que necesitas para ser mejor? Seguramente tu respuesta irá relacionada con habilidades que no nos enseñan en la escuela: aprender a amarse, amar al otro, mejorar tus relaciones sociales, tener más autoestima, más seguridad, una escucha activa, comunicarme mejor, regular mis emociones... No son asignaturas de la escuela. Pero en cambio nos enseñaron matemáticas, química, literatura, física... conocimientos que supongo pondréis en práctica en vuestro día a día. ¿No? ¡Claro que no!

Las preocupaciones que invaden nuestros pensamientos en cada momento no son de índole escolar, ni universitaria, más bien son "pre-ocupaciones"(ya indagaremos en el concepto más adelantes) que desconocemos cómo solucionar o cómo manejarlas e ignoramos que podemos llegar a trabajarlas como si de una asignatura se tratara.

Sí, todo tiene una solución. Veamos, debemos llegar a la conclusión de que los problemas, finalmente, no existen. Podríamos decir que hay dos tipos de problemas: Los problemas que tienen solución (bien, pensaréis, ¡estos son los mejores!) y los problemas que carecen de solución. Y yo os digo, si un problema no tiene solución, ¡no es problema! ¿Cómo? diréis. Pues bien, primero porque por definición un problema es una cuestión que requiere de una solución, por lo tanto, el concepto cae. Y segundo porque (y perdón por las palabras) ¿porqué narices me tengo que preocupar de algo sobre el cual no puedo hacer nada? Si no aprendo esto, puedo llegar a preocuparme toda una vida por algo sin solución. 
Luego, si los problemas con solución, los solucionamos y los problemas sin solución no son problemas, pues habría que decir, que al final, no deberían existir los problemas.

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